EL DESPERTAR SAI
EL DESPERTAR SAI: Entrevista con el Prof. Anil Kumar- Parte II Entrevista con el Prof. Anil Kumar- Parte II - EL DESPERTAR SAI

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sábado, 9 de agosto de 2014

Entrevista con el Prof. Anil Kumar- Parte II


(Adjunta está la entrevista completa - OM SAI RAM)

ENTREVISTA CON EL PROF. ANIL KUMAR – PARTE 2

 

 

 

Prof G.V.

Bienvenido, Profesor Anil Kumar, estamos encantados de tenerte aquí otra vez, compartiendo tus experiencias con nosotros y con nuestros oyentes, experiencias maravillosas. Pero antes de ello, quisiera hacerte una pregunta personal, si me lo permites. Hace unos 6 o 7 meses grabamos una conversación contigo, y ahora visitas una vez más nuestro estudio de grabación. ¿Ves alguna diferencia?

 

A.K.

¡Un mar de diferencia!

 

Prof G.V.

(Risas) ¡Esperaba que dijeras precisamente eso!

 

A.K.

Los estudios de grabación ahora parecen un típico centro televisivo, cómo los de Delhi o Madrás o Hyderabad, un lugar de tipo profesional. La mejora que se le ha dado al estudio – ¡es realmente maravilloso! Veo las luces, y las cortinas de un color azul oscuro, a juego con el suelo de color azul claro...

 

Prof G.V.

¡El equipo, profesor! ¿Qué me dices del equipo?

 

A.K.

Y las luces por todas partes - y el equipo, ultramoderno, y los chicos bien jóvenes, y  tú,  el capitán del equipo, tan dinámico…

 

Prof G.V.

¡Menos mal que no has dicho tan mayor (risas)! La razón por la que te he pedido que hagas un comentario es la siguiente: sabes, hace unos meses yo no hubiera ni soñado que una cosa así iba a existir. Por eso me pregunto, ¿habrá un Plan Maestro tras todo esto? Porque todo esto ha venido de repente, de la nada...

 

A.K.

¡Definitivamente hay un Plan Maestro! Porque hace un par de años yo estaba en este mismo lugar dando charlas a extranjeros, en este mismo edificio, y nunca me imaginé que iba a convertirse en lo que es hoy día. Pero entremedio también hubo un estado intermedio. La última vez que visité el estudio de grabación – era totalmente diferente.

 

Pero ahora, yo no creo que sea capaz de describirlo en su totalidad, ¡porque tienen tanta maquinaria! Y yo, siendo un típico biólogo, no seria capaz ni de describirla ni de llamarla por su nombre. Me siento como si estuviera en un lugar diferente – ¡me pregunto si esto es Puttaparthi o algún otro sitio...!

 

Prof G.V.

Incidentalmente, como biólogo estarás de acuerdo – ¡hemos evolucionado (risas)!

 ¿No es asombroso? El Puttaparthi del cual hemos leído en libros como Anyantham Sharanam Nasti, era algo bien diferente del tipo de Puttaparthi que hoy día damos por sentado...

 

A.K.

Exactamente. Creo que la autora de ese libro todavía está con vida. Si ella viniera y se diese una vuelta por aquí, bien – yo no creo que todavía estaría consciente,  ¡probablemente se habría desmayado! Porque en aquellos días no había acomodación, no había nada de nada, la gente se las arreglaba con lo poco que tenían, bajo los árboles...

 

Prof G.V.

No sé si recuerdas cuando Schuman vino, en el año 1968. Me acuerdo de la primera frase de su libro, "Puttaparthi está a 160 km de Bangalore y a diez minutos de la Edad de Piedra..." (risas).

 

A.K.

Y ahora, profesor, incluso ahora – dejando aparte a Puttaparthi- los pueblos y aldeas que vemos a su alrededor, para venir a Puttaparthi hemos de pasar a través de ellos, son muy distintos. Puttaparthi es algo totalmente diferente, como si estuviera transplantado de algún otro lugar - del Paraíso o algo así…

 

Prof G.V.

Bien, es una manera de hacerte venir una y otra vez para compartir tus maravillosas experiencias, de la que tienes tantas…

 

A.K.

Gracias, profesor, me encanta estar aquí de nuevo.

 

Prof G.V.

Tengo una larga lista de preguntas que hacerte, y tal vez debiera comenzar pidiéndote que nos hables acerca de algunos devotos de antes, porque ellos tuvieron un papel vital en que se realizaran muchas de las cosas que ahora damos por hechas. Eran pioneros, y es apropiado que recordemos a esos pioneros. Uno de ellos, cuyo nombre te he oído mencionar con frecuencia, es el Sr. Ramabrahman. Me gustaría que nos hablaras un poco acerca del Sr. Ramabrahman. ¿Cuándo lo conociste?

 

A.K.

Bien, K. Ramabrahman era del Distrito de Krishna District, que es un distrito vecino a Gundur, que es de donde vengo yo. Le he conocido como mínimo los últimos 30 años de su vida. Y le he tratado con intimidad, durante mi estancia en Whitefield desde el año 1989, año en que asumí el cargo de Director del Campus de Brindavan de la Universidad Sri Sathya Sai, en Bangalore.

 

Ramabrahman por aquel entonces era el encargado allí. Bien, el solía visitarme a diario. Yo vivía sólo en un bungalow que me habían dado, pues mi mujer no vino conmigo y mis hijos estaban estudiando Ingeniería y Medicina. Y el Sr. Ramabrahman solía venir a verme cada día, y darme una especie de pequeña charla para animarme…

 

Prof G.V.

¿Quieres decir que necesitabas que te animaran cada día? (risas)

 

A.K.

Al principio, yo no sabía cómo trabajar con Swami, lo que eso significaba. Y permíteme que te diga, que Ramabrahman sirvió como el más fiel sirviente de Sai. Un gran devoto, un devoto por excelencia.

 

Prof G.V.

¿Cuando fue que Ramabrahman llegó a Swami?

 

A.K.

El dijo que había estado con Swami unos 30 años…

 

Prof G.V.

Esto es lo que te dijo en 1989. ¿Eso significa más o menos desde el año ´59? Y estuvo en Bangalore todo el tiempo, no en Puttaparthi.

 

A.K.

Si, en Bangalore. Y eso en aquellos entonces era un bosque, según me dijo, no había edificios...

 

Prof G.V.

Swami solía pasar mucho tiempo en Brindavan en aquellos días...

 

A.K.

Exceptuando el viejo edificio central, no había ningún otro edificio, y tuvieron que sacar la mayoría de serpientes, que iban de un lado para el otro por todas partes. Era un lugar infestado de serpientes. No había electricidad, no había luz, sólo el edificio de Swami en el centro. Pero hay muchas, muchas lecciones que podemos aprender de Ramabrahman, que ya no está con nosotros, el encargado de Brindavan. Ramabrahman es muy importante debido a más de una razón...

 

Uno de los más destacados rasgos de su carácter era que nunca consideró su trabajo como encargado de Brindavan como una manera de ganarse la vida. El consideraba Brindavan cómo algo propio. Siempre me decía: "Escucha, Anil Kumar, nunca consideres que éste es tu trabajo, no, nunca consideres este Instituto como un lugar donde meramente trabajas. Considera todo esto como si fuera tuyo, tu propiedad, en el sentido en que, al igual que cuidarías tu propiedad, de la misma manera esperamos que cuides del Instituto de Swami, del hostal, y esperamos que cuides de los estudiantes al igual que cuidarías de tus propios hijos. Este era el espíritu que Ramabrahman mantuvo siempre.

 

Y me dijo: "Nunca le pidas favores personales a Bhagaván. El lo sabe todo, si tú haces Su trabajo, El se ocupará de tus asuntos".

 ¡Qué afirmación más fantástica! Bien, para sustentar esa afirmación, Ramabrahman tenía dos hijos, y ellos solían visitar a sus padres allí en Brindavan. Cuando sus hijos venían, se alojaban afuera, al igual que el resto de los devotos. Ramabrahman nunca le dijo a Swami: "Swami, ha venido mi hijo".

Pero Swami siempre le decía: "Ramabrahman, ha venido tu primer hijo, dale acomodación. Ramabrahman, ha venido tu segundo hijo, dale acomodación."

Este mismo Ramabrahman me dijo: "Nunca le pidas favores. El se ocupará de ti. Tú cumple con tu trabajo".

 

Y una tercera cosa que dijo – y esto fue una declaración muy profunda. Un día le pregunté: "Ramabrahman, ¿cómo es que estás tan serio frente a Bhagaván? Nunca te he visto sonreír frente a Swami, o hacer una broma. Siempre te veo en pie como un militar, con las manos unidas y la cara muy seria. ¿Porqué?"

 Me dijo: "Mira, yo no veo a Swami tal y como le ves tú – yo veo tres líneas, tres líneas paralelas, las mismas que encontramos en un shivalingam - yo veo estas tres líneas paralelas en Su frente, le veo como Shiva – eso me hace sentir que estoy frente a Dios, no puedo bromear, no puedo sonreír, no puedo verle de forma ligera. Es por ello que en Su presencia siempre mantengo este espíritu".

 

También me dijo lo siguiente: "Si quieres continuar con Swami, una cosa que quiero decirte es que sigas Sus instrucciones escrupulosamente – no te permitas márgenes algunos, de ninguna manera".

 

Y me dio una ilustración de su propia biografía.

Se ve que una vez Swami hizo un comentario: "Mira, Ramabrahman, tu mujer grita demasiado, oigo su voz, la mayoría de gente en el mandir también oye su voz. ¿Qué es esto?"

 Este buen hombre al día siguiente llevó a su mujer de regreso a su hogar, a 17 horas de camino de Bangalore, y la dejó allí. Luego regresó y le informó a Swami: "Swami, mi mujer ya no está aquí. A partir de ahora ya no tendrás que oír más su voz creando disturbios".

Entonces, al cabo de una semana, Swami le dijo: "¿Cuando regresará, Ramabrahman?". "No lo sé, Swami". "¿Cuando viene?" "No lo sé".

Este romance Divino continuó por un largo tiempo.

Finalmente Bhagaván se disgustó con él y le dijo: "Ramabrahman, ¡si no traes a tu mujer te voy a decir que te vayas!"

 Así que este hombre tuvo que ir y traer de nuevo a su mujer. Y me dijo: "Ante una elección entre mi mujer y Bhagaván, he elegido a Bhagaván y no a mi mujer".

 

Prof G.V.

¿No es algo muy similar a lo que Swami a menudo dice de los grandes devotos de antaño, cómo Prahlada, Mira, Mahabali, etc.?

 

A.K.

¡Así es, así es!

 

Prof G.V.

Así que aún en esta Era del Kali tenemos gente de este tipo. De hecho, en todos esos ejemplos de la vida de devotos, nunca me he encontrado con uno dónde haya una necesidad de elegir entre la mujer de uno y Dios. Este es el primer ejemplo del que oigo hablar…

 

A.K.

Y también me dijo: "Hemos de seguir las instrucciones de Swami muy cuidadosamente, no podemos dar nada por sentado". Y dio un ejemplo. Bhagaván una vez le dijo que se pusiera Su túnica…

 

Prof G.V.

¿¿Qué??

 

A.K.

Que se pusiera Su túnica, Su propia túnica, la túnica de color naranja, la que El lleva...

 

Prof G.V.

¿Le dijo eso a Ramabrahman?

 

A.K.

Si. Le dijo: "Ramabrahman, ponte mi túnica!"

 

Prof G.V.

¿Qué talla tenía?

 

A.K.

Ramabrahman era una persona muy bien constituida. Y dijo: "Swami, ¡ni siquiera mi mano cabrá en Tu túnica! ¿Cómo esperas que me la ponga?" "Nada, ¡póntela!" "Swami, por favor, ¡por favor!" "No, póntela".

 

Prof G.V.

 (Risas) ¿Porqué le dijo eso Swami?

 

A.K.

Entonces este hombre comenzó a ponérsela. Con gran dificultad metió su cabeza en la túnica. Casi no podía respirar.

Y Ramabrahman me dijo, con lágrimas en sus ojos: "¡La túnica comenzó a expandirse!" Cuando él comenzó a ponérsela, la túnica comenzó a expandirse. Finalmente tenía la talla correcta para él. Ramabrahman dijo: "Cuando El te dice que hagas algo, El se cuida de que todo sea perfecto...".

 

Prof G.V.

¿Tal vez era para darle a Ramabrahman una muestra de Su Divinidad?

 

A.K.

Una muestra de Su Divinidad. Otro ejemplo que contó:

 Una vez Swami llamó a Ramabrahman: "Ven aquí". Bhagaván estaba ahí, en el piso de arriba. Y este buen hombre tenía un termo en la mano. Pensó que no sería apropiado ir con el termo, así que fue a la cocina, dejó el termo allí, y caminando tranquilamente, subió las escaleras, fue a Swami y le dijo: "Swami, aquí estoy".

"Te llamé antes, hace unos minutos, no ahora. Ya te puedes volver a ir".

 

Prof G.V.

Obediencia implícita...

 

A.K.

Implícita. Lo que sucedió fue que seis meses después, en Brindavan, querían excavar un pozo de agua, y Ramabrahman era quien estaba a cargo de ello. Y los voluntarios, sevadales, estaban trabajando y excavando. Habían llegado muy profundo, pero no encontraban agua, a pesar de haber cavado hasta llegar a casi 10 metros de profundidad. No encontraban agua. Y un día sucedió que Ramabrahman caminaba por allí y unos sevadales le dijeron:

"Señor, ¿porqué no toma una palanqueta y nos ayuda en esta actividad de servicio? Tal vez, de las manos de un devoto, ¡encontremos agua finalmente! Hasta ahora todos nuestros esfuerzos han sido en vano. Usted es el ilustre viejo devoto de Brindavan, venga señor, tome esta palanqueta y ayúdenos con esta actividad de servicio!"  Este gran hombre se olvidó de su edad…

 

Prof G.V.

¿Qué edad tenía?

 

A.K.

Tenía 70 años. Se olvidó de los límites de su edad, tomó la palanqueta y comenzó a golpear el suelo – y el agua brotó de inmediato. Pero mientras regresaba se cayó. Su camisa y su pantalón se ensuciaron. Era la hora para dar su informe a Bhagaván.

 Poco a poco fue caminando, se fue a cambiarse de ropa, y fue a ver a Bhagaván: "Swami, aquí estoy".

 Bhagaván le dijo: "Mira, Ramabrahman, cuando te caíste hace un rato, de inmediato corrí en tu ayuda. Pero hace algún tiempo, cuando te llamé, te fuiste primero a la cocina, a llevar el termo, te tomaste tu tiempo antes de responder. Puede ser que tú te demores en atender a Mi trabajo, mientras Yo no espero, de inmediato corro a protegerte. Esto es algo que tienes que entender".

 

Prof G.V.

¿Y él no le había dicho nada a Swami de este incidente, de esta caída?

 

A.K.

El no le había dicho nada a Swami. Y a menudo este Ramabrahman les decía a los devotos: "Esto es de mi propia experiencia de vida, debieran aprender de ello. Al igual que esperamos que Bhagaván venga en nuestra ayuda inmediatamente, nosotros también debiéramos hacer Su trabajo de inmediato. Sin demoras, sin buscar excusas". Esto era un ejemplo que contaba con frecuencia. Y luego, Ramabrahman también contaba otra de sus experiencias.

 Un día, Swami de repente le dijo: ""Ramabrahman, tu segundo hijo ha muerto".

 

Prof G.V.

Así, sin más…

 

A.K.

Sin más. Le dijo: "No se lo digas a tu mujer, entrará en shock. Vayan ambos a su lugar natal, hagan todo lo que tengan que hacer al respecto, y regresen". Este hombre fue junto con su mujer a su lugar natal. Cuando llegaron, su mujer vio el cuerpo sin vida de su segundo hijo. Durante las 17 horas del viaje, su esposo no le había dicho nada, no le había divulgado nada, porque Swami le había dicho: "No le digas nada". Y él no le dijo nada. Y entonces, cuando su mujer se enteró de que Ramabrahman lo había sabido todo este tiempo, se sintió muy mal: "¿Porqué no me lo dijiste? ¿Porqué no me lo dijiste?"

Y él le respondió: "Mira, yo te lo habría dicho, pero Swami me instruyó que no te lo dijera, porque tenías por delante un viaje de 17 horas y como madre no lo hubieras aguantado". Después de finalizar todo lo que tenían que hacer en relación al fallecimiento de su hijo, ambos regresaron a Brindavan.

 

Y su mujer comenzó a llorar "¡Oh Dios mío, he perdido a mi hijo!"

 Y Bhagaván le dijo: "¿Porqué lloras? Está Conmigo". "Swami, ¿está contigo?" "Si, está en Mi". "Bhagaván, ¿está en Ti?" "Así es, ¿lo quieres ver?" "Si, Swami". Entonces Bhagaván les dijo que fueran a la sala de entrevistas, y allí vieron sentado a su segundo hijo.

 

Prof G.V.

Que ya había sido incinerado...

 

A.K.

Que ya había sido incinerado. Ramabrahman dijo: "Este es Bhagaván, pude ver a mi hijo, mi mujer lo también lo vio." Cuando Swami dice: "está Conmigo", "está en Mi", no es una expresión figurativa.

 

Prof G.V.

Eso es muy interesante. Y aparentemente no es la única ocasión en que ha sucedido, muchos otros también han tenido este tipo de experiencia. Una vez hablando con el Raja de Venkatagiri, con el joven, el Raja presente me dijo que cuando Swami fue por primera vez a Venkatagiri, después de que Le esperaran por varios años, lo primero que le preguntó al Raja mayor, que ya no está entre nosotros, fue: "¿Qué es lo que quieres?" Y él le respondió "Quiero ver a mi madre". Que había fallecido hacía tiempo. Esto es lo que respondió el Raja, así sin más.

Swami le dijo "¿Quieres ver a tu madre? ¿Quieres ver a tu abuela? ¡Espera!" y miró a la pared y llamó su nombre y ella salió de la pared. Y este hombre dijo "La tocamos, ella estaba ahí en carne y hueso. Hablamos con ella, y la tocamos". ¡Fantástico!

 

A.K.

Esto son cosas que no se oyen en ningún otro lugar. Una experiencia extremadamente especial, de gran rareza…

 

Prof G.V.

El problema es que a pesar de oír este tipo de cosas, luego las olvidamos.

 

A.K.

Nos olvidamos, así es. Eso es el destino. Y Ramabrahman dio otro ejemplo. Era en la ocasión de la boda de su nieta, que tuvo lugar en Tirupati, creo. Ramabrahman personalmente le dio la invitación a Bhagaván. Y Bhagaván dijo: "Ve". Pero aún faltaban 15 días. Ramabrahman pensaba que el último día Bhagaván le diría que fuera a atender a la boda de su nieta. Pero Swami no le dijo nada.

Y después de que pasara la boda, Swami le preguntó: ""Ramabrahman, ¿porqué no fuiste?"

 

Entonces Ramabrahman le dijo: "Bhagaván, lo tomo de manera positiva. Sentí que no querías que atendiera, por eso no Te dije nada ni Te pregunté otra vez".

 Bhagaván le dijo: "¡Buen chico!"

 Este es el signo de un devoto. No buscaba variedad, no tenía apego a sus familiares, no tenía interés en otras cosas. Antes de llegar a Bhagaván era un hombre muy rico, un magnate del tabaco. Y nunca tenía tiempo para nada más que para contar su dinero. Tal era su situación.

 

Prof G.V.

¿Es cierto eso? (risas) ¡Y aquí trabajaba como encargado! ¿Cómo llegó a Swami?

 

A.K.

Tal y cómo lo quiso la mala fortuna, perdió todo su dinero. Todo. Se convirtió en un mendigo, literalmente hablando, vivía en la calle, sus hijos lo repudiaron. Y fue en ese momento en que Swami lo llamó, y se hizo cargo de él durante 40 largos años. Sus hijos dicen: "Señor, le estamos eternamente agradecidos a Bhagaván, porque El ha cuidado de nuestros padres durante 40 largos años. Nosotros nunca nos hicimos cargo de ellos. Y más tarde, fuimos sus huéspedes. Ellos nunca fueron nuestros huéspedes". Es algo muy grande. También te puedo contar otra historia. Era en los tiempos en que Jetty era el Vicepresidente de la India...

 

Prof G.V.

El es quien inauguró una de las residencia de los estudiantes, puedes ver su nombre inscrito en el edificio...

 

A.K.

Si, es un ardiente devoto de Bhagaván, B.D. Jetty. En aquellos momentos era el Vicepresidente de la India

 

Prof G.V.

Creo que el año pasado también vino a tener Darshan…

 

A.K.

Este incidente tuvo lugar cuando Indira Gandhi era Primer Ministro. Era durante la guerra entre India y Pakistán. Indira Gandhi envió a B.D. Jetty para que recibiera las bendiciones de Bhagaván Baba... B. D. Jetty vino en un vuelo especial y fue directo a Brindavan. Llegó por la tarde, a las seis de la tarde. Bhagaván ya se había retirado. Y Jetty en su capacidad de Vicepresidente de la India, habiendo venido con ministros de su gabinete y acompañado de un gran convoy de autoridades locales, entre ellos el jefe del gobierno de Karnataka – imploró humildemente:

 "Sr. Ramabrahman, tengo que darle un informe a la Primer Ministro antes del amanecer mañana, acerca de qué es lo que Bhagaván ha dicho en esta cuestión. La Primer Ministro me ha enviado desde muy lejos para obtener las bendiciones de Bhagaván, por favor, infórmale a Swami de que estoy esperando aquí. Tengo que volver a marcharme de inmediato".

 

Ramabrahman le dijo: "Lo siento, señor, puede pedir mi cabeza por ello, pero nunca podrá obligarme a tocar a la puerta de Bhagaván y pedirle que le hable, es imposible. Una vez que Bhagaván se retira, nadie se atrevería a tocar a Su puerta, lo siento. Si por ello quiere pedir mi cabeza, ahí la tiene. Eso es todo lo que le puedo decir".

 Entonces B.D. Jetty, con las manos unidas, le dijo: "Bien, señor, ¿entonces qué es lo que he de hacer ahora?"

 

Prof G.V.

El Vicepresidente de la India

 

A.K.

Si. "¿Qué es lo que voy a hacer?" Y Ramabrahman le dijo: "Le sugiero solamente una cosa  y es, que se siente aquí y rece, diga: "Sai Ram, Sai Ram". Hágalo, y Swami se ocupará." Esto es lo que le dijo, y Jetty, junto con los demás ministros del gabinete y el resto del convoy se sentaron allí, repitiendo: "Sai Ram".

¿Qué es lo que sucedió? De inmediato, a la media hora, Ramabrahman oyó el sonido de la puerta de Swami: "Ramabrahman, ya vengo, Jetty me está esperando, dile que ya voy". Y Swami bajó y le habló a Jetty.

 

Este Ramabrahman dijo: "Si yo no hubiese seguido las instrucciones de Swami, Jetty habría tenido problemas, y yo habría tenido problemas, y habría sido una muy mala experiencia para mi. Pero debido a lo que ha sucedido, el mundo ha podido ver que aquí está Bhagaván, que lo sabe todo, la urgencia de la situación, la necesidad de hablar con alguien, cuando, dónde y cómo. Nadie puede forzar a nadie en este mundo, y todos habrán de esperar a Bhagaván, y Bhagaván no esperará por nadie. El no espera por nadie." Esto es lo que Ramabrahman solía decirme.

 

Prof G.V.

Dime, tú has visto al Sr. Ramabrahman y has interactuado con él íntima e intensamente, y también ves a mucha gente ahora, y con muchos de ellos también tienes un trato muy íntimo. ¿Sientes que el tipo de devotos, devotos firmes, que Bhagaván tenía en aquellos días, son escasos hoy día? ¿O piensas que incluso hoy día hay gente con este tipo de firme devoción? Porque yo también he oído a Swami hablar de un devoto llamado Kamavadani, quien renunció a todo, y se negó a regresar con su familia, etc. ¿Crees que la diferencia en el tipo de gente que vemos hoy día es debido al cambio del medio ambiente, y al clima? ¿O sientes que los devotos son devotos siempre?

 

A.K.

Si, hay una declinación en el estándar en todas las estaciones de vida, en los maestros, en los médicos, los ingenieros, los profesionales. Hay un decline en los estándares, en los valores – y bien, naturalmente también en este campo, en la calidad de los devotos, el número de devotos de ese calibre es más bien menor...

 

Prof G.V.

¿Es esto debido a que no tienen este tipo de experiencias? ¿O hay alguna otra razón?

 

A.K.

En aquellos tiempos tenían un amor intenso por Bhagaván – primero venía el amor, y luego las experiencias. Hoy día no siempre es así. Mi intención, mi motivo, mi deseo – primero. La devoción después. Pero en su caso, la devoción venía primero, y cualquier otro deseo o cualquier otra cosa venía sólo después. Las prioridades son diferentes.

 

Prof G.V.

Sabes, cuando hablas acerca de Ramabrahman viendo a Shiva todo el tiempo, me acordé de una celebración que tuvo lugar aquí recientemente, en el Sai Kulwant Hall, cuando se celebró el 30 aniversario del Consejo Central. Las palabras que pronunció el Sr. Chiranjeevi Rao en esta ocasión eran casi idénticas.

 

A.K.

¡Idénticas! Yo también se lo dije: "¡Has dicho exactamente las mismas palabras que  Ramabrahman dijo"!

 

Prof G.V.

Y también era una persona muy seria.

 

A.K.

Si, y dijo – sus palabras aún suenan en mis oídos:

"Cuando trabajo, siento que Bhagaván está en mi. Cuando estoy frente a El, cuando estoy cara a cara con Swami, siento que estoy en la presencia de Dios. Dios está conmigo cuando hablo con El, y cuando trabajo, siento que Dios está dentro de mi". Así que, con Dios por un lado, y Dios que está en mi, en el aspecto ejecutivo del trabajo. Qué bella charla dio…

 

Prof G.V.

Si, es cómo cuando Abraham Lincoln dijo "…por la gente, de la gente, para la gente" – ¡por Dios, para Dios, de Dios!

 

Hablando de ese tipo de devotos, me gustaría compartir contigo una o dos observaciones que pueden ser de interés para nuestros oyentes.

 

Sabes, el primer año que hicimos "Grama seva", esta actividad de servicio rural, - creo que fue en el año 2000 – yo iba con el Sr. Chiranjeevi Rao y V.Srinivasan, etc., eran mi grupo. Y su función no era la misma que la de los demás.

Su mandato era que cada día al regresar debía presentarse ante Bhagaván y decirle: "He verificado personalmente que la gente estaba feliz". Este era su único objetivo. Y me acuerdo, ese día habíamos ido a Dharmavaram. Era la última actividad mayor de distribución, y era una distribución masiva, y para cuando llegamos de vuelta a Puttaparthi, ya eran las 7.30 de la tarde, el Darshan ya había acabado hacía tiempo.

 

Ese día, sobre las 5.30 de la tarde, nos habíamos encontrado con una situación de crisis en una colonia al lado de las vías de ferrocarril, no teníamos suficientes paquetes de comida para distribuir. Así que Chiranjeevi Rao fue para allá y nosotros fuimos con él. De alguna manera conseguimos obtener algunos paquetes más de comida. Y allí estaba el grupo que había estado repartiendo los paquetes de comida, y  Chiranjeevi Rao le preguntó al líder del grupo: "¿Les han dado a todos?", "Si, señor, hemos repartido lo que teníamos, pero no todos han recibido porque no teníamos suficiente, necesitamos más paquetes de comida".

Y entonces, le preguntó: "¿Cómo sabes que los han recibido?" "Señor, yo personalmente era parte de los que los distribuían".

 Pero él continuó preguntando, "¿Cómo sabes que los han recibido?"

 

Entonces yo entendí de qué se trataba, así que fuimos de casa en casa, dos de nosotros, y les preguntamos: "¿Han recibido el prasad?", "¿Han recibido el prasad?", y también les preguntábamos a los niños pequeños: "¿Están contentos?" Entonces le dije al líder de este grupo: "No entendiste el significado de la pregunta. Has visto muchas veces cómo se distribuye el prasadam en Prashanti Nilayam, en presencia de Swami, y cómo Swami lo observa. Aún así se acerca y te pregunta: "¿Has recibido prasadam?". Es una tradición, hace que la persona se sienta doblemente feliz. Esto es lo que él te estaba diciendo. Esta es la manera de darle felicidad a la gente, pregúntales personalmente, no es como un cartero que reparte cartas...".

 

A.K.

Si, no es algo mecánico…

 

Prof G.V.

Y había otra ocasión similar, sabes.  Chiranjeevi Rao les decía a todos que a las 11 pararan para comer. Pero él no comía hasta las 2.30 de la tarde. Lo sé porque yo estaba con él. Su misión era ir y encontrar a quien se hubiera quedado sin, y darles paquetes de comida. Una vez alguien le dijo: "Hay un grupo allí que no ha recibido prasadam". Y él fue allí, era un grupo de gente que literalmente vivía en un campo. Eran trabajadores migrantes, que habían venido de Tamil Nadu, de una distancia de cómo 600 o 700 Km.  No había suficientes trabajadores, y nadie estaba dispuesto a hacer el tipo de trabajo que ellos hacían, y allí estaban, en el medio del campo, hambrientos, y pasando frío de noche. Porque era Octubre o Noviembre, sabes, y en esa época del año comienza a hacer frío de noche. Y él se aseguró personalmente de que todos ellos recibieran sus paquetes de comida, porque su mandato era:

 "Asegúrate de que todos estén felices. Has de venir luego e informarme".  El era muy escrupuloso en esto, así que aprendí muchas lecciones. Y es muy agradable oír hablar de otra persona del mismo tipo. Y dime, ¿sabes algo del Sr. Kamavadani?

 

A.K.

Solamente lo que he oído de Bhagaván.

 

Prof G.V.

Bien, cuéntanos algo acerca de ello, debes haberle visto, también...

 

A.K.

Así es. Bhagaván nos contó ciertas cosas de Kamavadani, quien ya no está con nosotros. Kamavadani era un gran erudito de la literatura védica. Puedo afirmar que pocos podrían ser llamados sus iguales, era de esa gran estatura. Conocía todos los Vedas, y era un hombre de lo más respetado en el estado de Andhra Pradesh, sobre todo en la zona del Godavari del Este. Era un hombre muy rico, pero se despidió de su familia, abandonó todas sus propiedades, sus hijos, sus nietos, y se instaló aquí en Prashanti Nilayam. De eso hace mucho tiempo.

El fue quien empezó a enseñarles los mantras védicos a nuestros estudiantes. Entonces había aquí un Vedapatasala donde también entrenaba a estudiantes, y él era quien estaba a cargo de las celebraciones de Dassara. Y en aquellos tiempos, durante las celebraciones de Dassara, fácilmente podías distinguir la voz de Kamavadani del resto. Habrían cientos de personas, de sacerdotes védicos, pero aun así, la voz de Kamavadani, una voz de oro, predominaba sobre el resto. Los mantras védicos se han de recitar de esa manera. Era un gran erudito, y un gran devoto, y habiendo llegado aquí, nunca se marchó.

Pero así sucedió que cuando Bhagaván fue a la zona de la cual venía, al Este del Godavari, le dijo que fuera con El. El pueblo al cual este hombre pertenecía también estaba incluido en el programa de Bhagaván.

 

Tal vez Swami pensó: "Este hombre que no ha estado allí en todo este tiempo, que venga y vea a su gente". Tal vez fue ésta la idea de Bhagaván, y por eso lo llevó consigo de viaje. Al llegar a ese pueblo fue directo a la casa de Kamavadani.

 

Prof G.V.

¿A su casa?

 

A.K.

A su casa, y todos les dieron la bienvenida, y Swami dio un discurso allí. Y al final, los hijos y los nietos de Kamavadani se le acercaron y le dijeron: "Has venido después de un largo tiempo, quédate un par de días, y luego regresas con Bhagaván".

Este hombre dijo: "No, me voy ahora con Bhagaván, voy con El durante todo Su viaje en el distrito del Godavari del Este, no me voy a quedar aquí". Y se fue con Swami...

 

Prof G.V.

¿Y Swami qué dijo?

 

A.K.

Swami simplemente observaba el drama y apreciaba la devoción de Kamavadani. Así que regresó aquí con Swami, y nunca se arrepintió de no haberse quedado ahí más de un día, de hecho incluso menos.

 

Y solía presentarse a diario ante Swami y darle un informe, a la mañana y a la tarde, y luego tomaba Padanamaskar. Un día Bhagaván le dijo: "Ve a tu cuarto, no hace falta que vengas esta tarde, no hace falta que te presentes ante Mi".

 Kamavadani fue a su cuarto, hizo sus rituales, comió, y expiró su último aliento.

 

Es por ello que Bhagaván le había dicho que no regresase al mandir. Y eso fue, además, un día en el que Kamavadani había celebrado el ritual del casamiento de Sitaram en el templito – habiendo llevado a cabo el ritual auspicioso de la boda sagrada de Sita y Rama, con excelencia a la manera védica, habiendo comido a gusto, sentado allí cómodamente, como si se tomase un avión, de tan agradable manera dejó este planeta Tierra...

 

Prof G.V.

Tenía más de cien años…

 

A.K.

Todas estas cosas de Kamavadani nos las contó Swami...

 

Prof G.V.

Bien, Profesor Anil Kumar, yo podría continuar pero debes estar cansado, así que dejémoslo en este punto, con el entendimiento de que volverás hasta que no te queden más historias que contar. Pero a ti no se te pueden acabar las historias – ¡porque siempre estás al tanto de más historias!

 

A.K.

Es mi buena fortuna el asociarme en mi propia humilde manera con su labor aquí. Y me siento inmensamente feliz de poder hacerlo...

 

Prof G.V.

Es algo que quieren los devotos, estás aquí por pedido popular, por demanda, ¡y casi agitación popular! ¡Hemos recibido tantas cartas diciendo: "Hemos disfrutado la entrevista con Anil Kumar"...!

 

A.K.

Les estoy muy agradecido, profesor, por darme estar oportunidad, y me encantará regresar una y otra vez!

 

Prof G.V.

Muy bien ¡eso es lo que queremos! Y estoy seguro que a los devotos les encantará oírte decir eso. Ahora, habiendo hecho una promesa, ¡será mejor que la cumplas!

(Risas)

 

 

 

SAIRAM

Cortesía de Radio Sai Global Harmony

(websites: radiosai.org and h2hsai.org)

 

 

 



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