| Sakhubai, una ardiente devota del Señor Panduranga, acudió al santo Namadeva y le planteó: "Maestro, hago muchas tortas de boñiga de vaca, pero la gente se las roba. Necesito ganarme la vida vendiéndolas, pero me quedan muy pocas para vender. ¿Qué hago?" Namadeva le preguntó, sonriendo: "¿Cómo sabes que esas tortas de boñiga robadas eran las tuyas?" Sakhubai contestó inmediatamente: "Maestro, las hago pensando y recitando todo el tiempo el nombre del Señor Panduranga; mis sentimientos se reflejan en ellas, por lo que dan resultados sorprendentes". Luego le pidió a Namadeva que rompiera una de las tortas y la escuchara. Todos los que rodeaban a Namadeva quedaron enormemente sorprendidos al oir a la inanimada torta de boñiga resonando con el nombre de Panduranga, en el tono, ritmo y melodía correctos. La Madre Sakhubai dijo: "No sólo en estas tortas; si pensamos en el Señor mientras efectuamos cualquier acción, ello se reflejará y resonará en el trabajo que hagamos". | - My Dear Students, Vol 3, Ch 13, Mar 16, 1998. |
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